Los niños y sus reacciones ante la separación de sus padres

Los hijos experimentan una especie de duelo, por la pérdida de la vida con los padres juntos y por el rompimiento de la estabilidad familiar . Los hijos pueden experimentar sentimientos de culpa. También pueden experimentar rabia ante alguno de los padres o ante ambos, impotencia y tristeza. Otros pueden encerrarse en sí mismos como parte de un mecanismo de defensa contra el daño que la separación le ocasiona, o pueden mostrar rebeldía, fallos en la escuela.
—Niños menores de tres años: Los más chiquitos pueden reflejar la angustia, tristeza y preocupación de los padres. Frecuentemente se muestran irritados, llorosos, miedosos, agresivos y pueden manifestar problemas de sueño, alimentación y/o gastrointestinales, así como una regresión en su desarrollo
—De tres a cinco años: Cuanto más pequeño es el niño, dispone de menos mecanismos para elaborar lo que está pasando. En consecuencia ,suelen aparecer manifestaciones de ello a través del cuerpo: molestias abdominales, vómitos, dolores de cabeza, etc.
—Se creen culpables por no haber hecho la tarea o no haber comido. Su pensamiento mágico les lleva a tomar responsabilidades imaginarias sobre los hechos.
—Pueden tener pesadillas o fantasías al respecto.
—Temen quedarse solos y abandonados. Hay que recordar que en estas edades los padres constituyen el universo entero .
—- La edad más difícil es la de 6 a 12 años. Cuando el niño es algo mayor puede sentirse la causa de dicha separación y, por tanto, sentir gran culpabilidad. Suelen aparecer depresiones con fases más agresivas, repercusiones en el rendimiento escolar, regresiones a edades anteriores (vuelven a surgir comportamientos anteriores, de más pequeños), etc.
—Se dan cuenta de que tienen un problema y que duele y no saben como reaccionar ante ese dolor.
—Creen que los padres pueden volver a estar juntos y presionan o realizan actos que no llevan más que a un sentimiento de fracaso a los padres y a ellos mismos.
En los niños más grandes, suele desarrollarse una hipermadurez en parte positiva, pero a la vez peligrosa ya que puede pretender sustituir al progenitor ausente.
Recomendaciones importantes
—Para que los hijos puedan comprender la separación y adaptarse poco a poco al nuevo estilo de vida, es importante considerar:
Mantener una actitud abierta y clara, explicar sinceramente (sin detalles dolorosos) lo que está pasando y el porqué
Hablar con ellos en el momento apropiado, estimular a que pregunte lo que desee y contestarle con sinceridad, tomando en cuenta su edad, capacidad de  comprensión, etc.
—Debe permitírsele expresar sus sentimientos ante el divorcio cuando así lo desee.
—Los niños tienen el derecho de ver y estar con sus padres cuando así lo deseen.
- Deben tratar de llevar una relación respetuosa entre ambos, no expresar cosas negativas del otro delante del niño, y no utilicen al niño como mensajero, ni para obtener beneficios propios, ni para interrogarlo intentando explorar qué hace o deja de hacer el otro
—No sometan a su hijo a la difícil situación de escoger con qué progenitor quiere quedarse
—En el caso de que exista una nueva pareja, darle tiempo al niño para que la conozca y se adapte a la nueva relación
Durante todo este proceso de separación, los hijos necesitarán más de cada uno de sus padres
—También es importante que no fomenten las fantasías de reconciliación que pueden tener sus hijos
—Visiten el colegio de sus hijos e informen a su maestra la situación que están viviendo
—No debe transmitir a su hijo la experiencia negativa que pueda haber vivido con respecto a "las relaciones amorosas"
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