A
continuación algunos pasos que se pueden realizar para el manejo de la Ira.
Actualmente, muchas personas presentan mucho estrés e irritabilidad, por lo que
es importante aprender que podemos hacer para mejorar estos patrones de
conducta.
1. El hacer una pausa para respirar hondo cuando tú estás enojada/o realmente ayuda. Cuando estás enojada/o tu cuerpo libera adrenalina que aumenta el ritmo de tu corazón y la presión sanguínea, preparándote para correr o pelear. El respirar hondo ayuda a tu corazón a volver a su ritmo normal y envía una señal a tu cerebro que la adrenalina no se necesita.
2. Debes alejarte de la situación. Si sientes que la ira está creciendo, irte de la situación
5. Pon especial atención a lo que gatilla tu ira y luego toma acción cuando te encuentres a ti mismo en esas situaciones. Si tu sabes que eres más susceptible a la ira cuando estas cansada/o por ejemplo, no tengas mayores discusiones con tu pareja tarde en la noche. Date permiso para decir, este no es realmente una buena hora para discutir esto. Podemos hablarlos a tal hora y poner una hora específica para discutirlo. Poner una hora y apegarse a esta le muestra a la otra persona que no estás tratando de evitar el tema pero estas buscando de forma genuina el encontrar una solución.
La ira es una
emoción normal. Como la manejamos hace toda la diferencia. Es una filosofía
común que el desahogar la ira es bueno para ti. Es catártico se nos dice, solo sácala
de tu sistema, pero el como sacarla de tu sistema es ahí donde debemos
trabajar. Hoy en día en el ambiente laboral hay muchos trabajadores gruñones,
pero el expresar ira a través de gritos, arrojar cosas o lanzar las cosas de tu
escritorio tiene un increíble impacto en nuestros compañeros de trabajo,
nuestras familias y en nosotros mismos. La ira se puede tener bajo nuestro
control siguiendo pasos para manejarla en una forma saludable.
1. El hacer una pausa para respirar hondo cuando tú estás enojada/o realmente ayuda. Cuando estás enojada/o tu cuerpo libera adrenalina que aumenta el ritmo de tu corazón y la presión sanguínea, preparándote para correr o pelear. El respirar hondo ayuda a tu corazón a volver a su ritmo normal y envía una señal a tu cerebro que la adrenalina no se necesita.
2. Debes alejarte de la situación. Si sientes que la ira está creciendo, irte de la situación
durante un momento para darte la oportunidad a ti misma/o de
recuperar el control. Decirle a la otra persona que tú necesitas un minuto y
vas a volver. Haz algunas respiraciones profundas, rocía agua en tu cara.
Cuando puedas pensar claramente vuelve a la situación y manéjala.
3. El comunicar tu frustración en forma clara. Afirmaciones generales usando “tu
siempre”o “yo nunca” no reflejan los hechos y no resuelven discusiones. Dar
ejemplos específicos de lo que ha ocurrido y como te estás sintiendo. Esto le
da a la otra persona la oportunidad de hacer las paces si ellos están
equivocados y ayuda a aclarar la confusión.
4.Escribe en un diario personal. Si te encuentras a menudo enojado/a, un diario
puede ser un lugar seguro para gritar tus frustraciones. Deja que tu ira salga
a través de tu pluma. Escribe exactamente con quien estás enojada/o y porque.
Si quieres rómpelo después. El tener tus pensamientos en el papel puede ser
catártico y de esta manera nadie sale herido.
5. Pon especial atención a lo que gatilla tu ira y luego toma acción cuando te encuentres a ti mismo en esas situaciones. Si tu sabes que eres más susceptible a la ira cuando estas cansada/o por ejemplo, no tengas mayores discusiones con tu pareja tarde en la noche. Date permiso para decir, este no es realmente una buena hora para discutir esto. Podemos hablarlos a tal hora y poner una hora específica para discutirlo. Poner una hora y apegarse a esta le muestra a la otra persona que no estás tratando de evitar el tema pero estas buscando de forma genuina el encontrar una solución.
No está de más decir que el surgimiento del enojo o ira
puede ir relacionado con múltiples circunstancias de nuestra vida, que deberían
ser analizadas con más profundidad, ya que suele haber otro trasfondo de este
tipo de problemas, una terapia puede ayudar en estos casos.
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