Orientaciones para las madres



Deseando primero un feliz día a todas las madres, a continuación comparto este artículo respecto a las madres y este día importante, agradezco a Diario Expreso por la entrevista:

CÓMO SER MADRE Y NO FALLAR EN EL INTENTO
Ser madre no es una tarea sencilla. para desarrollar esta faceta se requiere esfuerzo, empatía y mucha paciencia.

Inés Ruiz del Árbol
ruizi@granasa.com.ec

“¿Quién es capaz de asegurar que siempre fue una buena madre?”, cuestiona con la mirada perdida María José Peralta. A esta veterana, que lleva más de 30 años dedicada a la titánica tarea de la maternidad, definir el perfil de una buena madre no le resulta fácil. Y es que desde que tuvo a su hija Ana Isabel a los 22 y a María a los 25, no ha pasado ni un minuto sin dejar de pensar en ellas. “Las mamás solo queremos el bienestar de nuestros hijos y para ello podemos mover cielo y tierra”, asegura con firmeza.

Según su experiencia, “nadie te enseña a ser una buena mamá. Vas aprendiendo gracias a tropezarte y de tener errores. Al final te das cuenta de que hay cosas que podrías haber hecho de otra manera”. No en vano, esta profesora de 50 años recuerda aún con angustia los problemas de conducta que tuvo Ana Isabel durante la adolescencia. “Faltaba a clase y se escapaba con su enamorado. Yo la castigaba. Nunca me hacía caso”, explica.

Con el tiempo, se percató de que su hija solo funcionaba si se sentía atendida y escuchada, así que optó por entenderla y empatizar con sus problemas. Diez años después conviven en una estrecha relación de confianza y respeto. “Ahora me pide ayuda para el cuidado de su hija y, después de tanto tiempo, me siento capaz de dar consejos sobre cómo ser mamá”, sonríe. Y es que lejos de lo que se muestra en la publicidad o en las películas de Hollywood, no se nace sabiendo y convertirse en madre supone un cambio vital de gran trascendencia que no deja a nadie indiferente.

Según la psicóloga clínica Gina Fabre, ser mamá es algo que se construye y se aprende. A esto se añade que lo que puede ser considerado bueno por alguien, quizás no lo es tanto para otra persona, ya que la educación de un hijo es algo muy subjetivo. Sin embargo, para la experta hay ciertas características generales que pueden definir a las personas que se empeñan en hacerlo bien. “La primera es hacer sentir a sus hijos queridos e importantes, brindarles la atención oportuna cuando lo necesiten, saber disciplinar de forma que aprendan y no se culpabilicen, así como enseñar conductas y prácticas útiles que les servirán a lo largo de toda su vida”. A todas estas pautas se añade la más importante, que es aceptar a los hijos tal y como son, sin esperar de ellos más de lo que pueden dar. “Está bien esperar el éxito de los hijos en lo que hagan”, aclara Fabre, “pero siempre con equilibrio para no llevarlos a extremos peligrosos”.

¿Amiga o educadora?

Muchas madres pecan por exceso de confianza, sin ser capaces de poner límites y convirtiéndose en las mejores amigas de sus hijos. Otras, por el contrario, llevan a cabo una disciplina ‘seudomilitar’ en su casa, evitando que los pequeños puedan desarrollarse libremente. Según la psicóloga Gina Fabre, ninguno de los extremos es aconsejable.

“Se debe ser amiga para que nuestros hijos puedan hablarnos de sus problemas y generar la cercanía suficiente para poder aconsejarlos. Pero no debemos llegar al extremo de ponernos al mismo nivel que ellos, puesto que la madre debe representar un rol de autoridad”, explica la psicóloga.

En este punto coincide con el psicoterapeuta Jacques Delphi, quien afirma que lo ideal está en que los hijos tengan confianza con su madre, sin asociar esta relación a las que tienen con los amigos de su edad, en las que no tienen por qué existir esos roles diferenciados.

Y es que para que la relación entre madre e hijo sea exitosa, se debe comenzar por escuchar las necesidades de ambos. “En ocasiones los hijos en mi consulta manifiestan que su mamá no los escucha y les quiere imponer su criterio sin conocer lo que sienten y, a veces, sin tener razón”, reflexiona el psicoterapeuta.

Por otro lado, hay que asumir que dar normas no va de la mano de la rigidez y la férrea disciplina, sino que es un acto que puede ayudar a los hijos a adquirir valores y directrices para encaminar su vida de manera adecuada. “Al dar normas se están creando actitudes para poder tolerar mejor la frustración, con más carácter y fortaleza, ante los problemas que se puedan presentar en el futuro”, asegura Fabre.

Otro factor relevante para que el estrés de la maternidad no ahogue es que después de las obligaciones, se reserve al menos una hora al día dedicada a hacer lo que más le gusta, le relaja o le hace descansar. Los expertos recomiendan, además, salir con la pareja en plan romántico cada dos semanas, dejando el tema de los hijos para otro momento.

Es importante, a su vez, no obsesionarse con la idea de llegar a ser como ‘superwoman’. Basta con tratar de mejorar en los pequeños fallos y dejar atrás las culpas, que asaltan a la mayoría de las madres cuando salen a trabajar. La psicóloga Gina Fabre asegura que para poder hallar este equilibrio es necesario contar con el apoyo del compañero y saber organizar el tiempo para poder desarrollar todos los aspectos de su vida. Y es que, como reza el dicho popular, madre no hay más que una... cualquier hijo del mundo lo puede confirmar.

Webs sugeridas sobre el tema
http://www.terra.com/mujer/articulo/html/hof50405.htm
http://www.mujerhoy.com/Psico-Sexo/sentimientos/buena-madre-723764042013.html
http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=5


Libros recomendados
Cómo ser buena madre en un minuto, de Spencer Johnson. Claves para cuidar a los hijos con confianza y fortalecer el vínculo afectivo todos los días.
101 consejos para mamás primerizas, de Susana Martínez. Las madres primerizas temen no hacerlo bien. El libro ofrece soluciones a las dudas.

Fuente original: http://www.semana.ec/ediciones/2013/05/12/psicologia/psicologia/como-ser-madre-y-no-fallar-en-el-intento/





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