Sane relaciones con consejerías

Les comparto este artículo publicado en Diario Expreso, Revista Semana del Domingo 29 de julio, donde me consultaron sobre el tema de parejas.


La desconfianza, la falta de respeto y los rencores se colaron en el hogar Betancourt Lino, donde las continuas peleas entre Libardo y Priscilla lo indujeron al primero a tomar la decisión de irse de la casa. Para salvar el matrimonio, acudieron a consejerías, en las cuales trabajaron de manera individual y en pareja. Aprendieron a conocerse mejor, a dialogar serenamente, a dedicarse tiempo (sin distracciones), perdonarse y nunca acostarse peleados, así como respetarse tal cual son, sin tratar de cambiar al otro. “Entendimos que así como hay varios lenguajes en el mundo, también hay distintas formas de expresar amor y descubrimos la nuestra con las consejerías”, cuenta Libardo, médico de profesión, quien gracias a las sesiones sanó las heridas de su corazón y las de su esposa.
Las asesorías son efectivas, 35 de 45 parejas atendidas notan un cambio positivo en su relación, asegura Gina Fabre, psicóloga, consejera y directora del Centro Bienestar Integral, en Guayaquil, quien expresa que las personas que las toman mejoran en la comunicación entre ellos y con sus hijos, su estado de ánimo y la concentración en sus actividades.
El fin de las terapias es rescatar la relación, aunque se han dado casos en los que el amorío ha sido tóxico y lo más conveniente es la separación, pero aún en esos momentos el experto debe conducir la ruptura en buenos términos, precisa Fabre.
Reconoce que buscan ayuda profesional principalmente los casados y que van por sus hijos, pues no quieren que ellos crezcan sin uno de sus progenitores; además porque su mala relación se evidencia socialmente. Los novios comprometidos en matrimonio también acuden para conocer herramientas y estrategias concernientes al hogar.
La mujer es quien toma la iniciativa para ir a las sesiones: separa la cita y le recuerda al cónyuge el horario, “ella inicia y termina la terapia, él se siente bien a la segunda reunión y cree que no necesita más”, anota Samuel Merlano, psicólogo y consejero, quien enfatiza que las terapias son aplicables no solo para cuando está por romperse la relación, sino también para prevenir.
Pelear enferma
Tal como lo lee, reñir le pasará factura a su salud. Según estudios de la Universidad de Washington, al discutir crece la sudoración y adrenalina, el corazón va de 70 a 100 pulsaciones por minuto, sube la presión, el estómago se contrae, el cuerpo se paraliza y la mente se nubla. Otra investigación, desarrollada por la Universidad de Utah, afirma que el efecto de los enojos frecuentes es similar al que puede generar el cigarrillo o altos niveles de colesterol.

¿Por qué acuden?
- Por problemas de comunicación. Las parejas no saben dialogar, entienden mal las cosas, piensan que uno le grita al otro o que no son escuchados.
- Por temas económicos; las tarjetas ‘revientan’, hay muchas cuentas por pagar.
- Carencia de encuentros sexuales debido al estrés. O porque el hombre va directo al acto sexual, sin preámbulo.
- Infidelidad.
- Asuntos familiares. Si algún pariente vive con ellos, eso les incomoda, causando fricción con los suegros, cuñados, etc.
Recomendaciones
- Escoja al experto por recomendación, siempre es bueno tener una referencia.
- En la terapia sea sincero y hable sin vergüenza.
- Cumpla todas las sesiones de las terapias y las tareas que le envían.
- Si considera que no avanza, dígale al consejero, es probable que requiera psicoterapia.
¿Cuánto duran?
El número de sesiones dependerá de lo complejo del problema; por eso el consejero (a) debe ser empático, estar pendiente de la evolución y de las tareas asignadas; asimismo, debe alentarlos a seguir hasta el final.
Otras opciones
Se imparten en las iglesias y son gratuitas. En la católica está el seminario ‘Más pareja’, apostolado del movimiento Equipos de Nuestra Señora, sus guías son esposos con matrimonios estables y bien conformados; el sacerdote también participa, incluso dando un apoyo personalizado. “Acuden los que están en unión libre, casados y parejas separadas que desean reconciliarse. Son pocos los novios, pero deberían tomarse más en serio la preparación al matrimonio”, señala César Piechestein, párroco de San Alejo, con 10 años ofreciendo acompañamientos y quien asegura que en los tres últimos hay un boom por las consejerías.
Rafael Caicedo, pastor de la iglesia evangélica Galilea, señala que al mes realiza cerca de 100 consultorías para esposos y enamorados. Muchos la toman porque quieren una convivencia basada en el manual de vida, la Biblia. “El consejero es un mediador imparcial entre las partes”, recalca.

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