ADICCIONES: ¿SE PUEDEN SUPERAR?

Este artículo fue publicado en el mes de Septiembre 2013, en el que me pidieron colaborar y lo comparto con los lectores.

ADICCIONES: ¿SE PUEDEN SUPERAR?


Inés Ruiz del Árbol
ruizi@granasa.com.ec

Santiago bebe cada noche en casa. Solo. Desde que Diana le dijo el último adiós, no es capaz de levantar cabeza y busca, de forma recurrente, evadirse de la realidad a través del ron añejo. Es el único momento del día en el que se siente tranquilo, el único momento en el que el desasosiego deja paso al olvido y genera en su cabeza una intensa sensación de irrealidad. Esta es una imagen que se repite frecuentemente y que puede desencadenar, inevitablemente, una fuerte adicción.

Muchas personas comienzan ‘jugueteando’ con estas sustancias adictivas, pensando que no tendrán consecuencias a largo plazo, pero la realidad es bien distinta. Según la psicóloga clínica Gina Fabre, no todas las personas tienen la misma predisposición a caer en este tipo de comportamientos enfermizos, afirmando que el que alguien se vuelva adicto depende mucho de la estructura de su personalidad. “Si esta persona se crio con patrones que le constituyeron un carácter fuerte, será capaz de decir ‘no’ cuando debe. Por el contrario, si se crio con vacíos afectivos, que hicieron que tenga una personalidad débil, dependerá de factores externos para sentirse bien”.

Y es que todos atravesamos circunstancias vitales en las que desearíamos desaparecer del mundo temporalmente, pero solo algunos llevan al límite esas sensaciones negativas refugiándose en conductas no saludables para evadir los problemas y la ansiedad.

No en vano, las personas pueden volverse adictas a todo tipo de sustancias, no solo al alcohol o a las drogas ilegales, como se cree. Existen personas adictas a medicamentos, al tabaco, al pegamento e incluso a relaciones de dependencia o a personas específicas. Sin embargo, también aquí existen niveles: drogas como el crack o la heroína son tan adictivas que probarlas una o dos veces puede ser suficiente para que quien las consuma pierda completamente el control de su vida.


¿Por qué nos volvemos adictos?


Nadie se vuelve adicto de un día para el otro. Muchas veces las adicciones responden a los hábitos que se adquirieron durante la adolescencia. Así lo demuestra un estudio que ha realizado el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), que señala que un 20,56% de los estudiantes consultados de entre 12 y 17 años presenta un tipo de uso ocasional del alcohol, lo que puede derivar, si no se previene desde la familia y el colegio, en una futura adicción.

Sandra Saltos, psicóloga clínica, asegura que la adicción es una enfermedad de naturaleza biopsicosocial y por lo tanto no es una sola causa la que la produce. “Entran en juego factores genéticos, baja autoestima y, sobre todo, carencias; es decir, aquellas necesidades que no han sido cubiertas de manera adecuada se tratan de llenar a través de algo o de alguien”.

En el tema genético, recientes estudios han confirmado que este factor puede influir en gran medida. “Tener un tío adicto a la cocaína, una madre con dependencia al tabaco o un abuelo alcohólico provocarían un aumento de las probabilidades de que un familiar cercano siga estos pasos”, asegura la psicóloga. El mejor ejemplo lo tenemos en que los hijos de alcohólicos muestran una probabilidad tres o cuatro veces mayor de desarrollar el desorden alcohólico que otros niños que no estén expuestos al problema.

De igual manera, los conflictos familiares que se relacionan con la incomprensión, la falta de comunicación, la agresión (tanto verbal como física), el maltrato, el rechazo, los divorcios, la pobreza, el desamor e incluso las dificultades en la escuela pueden llevar a que los más jóvenes comiencen con conductas dañinas que pueden acabar siendo una auténtica bomba de relojería si no se tratan a tiempo.

Sin embargo, no debemos confundir la adicción con el consumo circunstancial de ciertas sustancias o la dependencia a ciertas personas, ya que puede haber etapas críticas en la vida (muerte de un familiar, desengaño amoroso, despido laboral, enfermedades, etc.) en las que la conducta puede desviarse y se den adicciones de forma temporal. Lo importante es saber frenarlas para evitar males mayores.

En este punto hay que tener en cuenta dos términos. Uno de ellos es la ‘tolerancia’, que indica que llega un momento en que cada organismo necesita cada vez mayor cantidad para sentir iguales efectos que tiempo atrás. El otro término es ‘abstinencia’, que es lo que el organismo sufre cuando se deja de consumir. Aparecen síntomas o efectos secundarios y, para evitarlos, necesitamos volver a tomar dicha sustancia.


La luz al final del túnel

A pesar de los momentos de desesperanza y dificultad, todos los expertos coinciden en que sí es posible salir de cualquier tipo de adicción.

Para Gina Fabre lo que dificulta superarla es que el cerebro se acostumbra a lo que causa placer y esto hace que se busque constantemente repetir esta experiencia. “Es un placer artificial.

En este caso interviene la dopamina que es el neurotransmisor ligado al placer y al circuito de recompensa en el cerebro, un área que está conectada con estas adicciones”, acota.

Para lograr recuperarse de una adicción el primer paso fundamental es que la persona tome conciencia de su adicción y, sobre todo, que tenga la voluntad clara de querer superar este problema. Una vez valorados estos puntos, se debe comenzar un proceso de terapia psicológica, psiquiátrica o ambas, según el caso. “Como cada paciente es diferente, es necesario individualizar cada caso para aplicar la terapia adecuada a su problemática”, asegura Saltos.

Y es que hay tantas terapias como tipos de adicciones, por lo tanto será el experto en salud mental el que determine cuál es la mejor. “La terapia cognitiva conductual es muy recomendable, ya que ayuda a los pacientes a reconocer, evitar y enfrentar aquellas situaciones en las que hay más probabilidad de caer en la adicción. La consejería (individual o de grupo) y otras terapias conductuales son las modalidades de tratamiento usadas con más frecuencia. Por último, los medicamentos como ansiolíticos o antidepresivos constituyen un componente importante del tratamiento para muchos pacientes”, explica Fabre.


Es difícil categorizar cuál es la adicción más fácil de superar, ya que todas conllevan altos grados de complejidad. Sin embargo, los expertos coinciden en que cuando hay abuso de drogas se complica más el tratamiento, pues entran en juego los riesgos para la salud.

Para la experta es necesario diferenciar: “No es lo mismo la adicción a la cocaína o al alcohol que una ludopatía, aunque siempre es mejor tomar en cuenta la estructura de la personalidad del sujeto para verificar sus fortalezas. Si tenemos una personalidad muy frágil, hay que tener más cuidado”.


Recaídas: ¿cómo evitarlas?



Una vez superada la adicción, es muy frecuente que el paciente vuelva a reengancharse a esa sustancia que tanto daño le ha hecho. Por eso, debe haber una supervisión constante de familiares o personas cercanas y del propio psiquiatra.


A su vez, existen entidades (una de las más conocidas es Alcohólicos Anónimos) que usan el sistema de apadrinar. “Un exadicto recuperado se encarga de una persona que recién entra al programa para evitar que recaiga. Es un sistema que funciona”, puntualiza Gina. En estas asociaciones también es común realizar terapias grupales, en las que se cuenta con una red de personas que sufren los mismos problemas y que constituyen un importante apoyo para el afectado.


Y es que, aunque las recaídas sean muy normales, el principal punto de apoyo debe residir en la persona que sufre la adicción, reforzando su autoestima a través de un proceso de cambio y aprendizaje continuo, reconquistando así su derecho a la propia libertad, sin depender de nada ni de nadie.


Superar las adicciones...



Ser consciente de la adicción


El primer paso para dejarla es ser consciente de que se tiene un problema y tener la voluntad firme de querer darle tratamiento.

Hacer un compromiso Una vez que se ha decidido dejar la adicción, se debe encontrar algo que lo motive, como un pasatiempo, los hijos, los amigos, etc., y ponerse metas con fechas concretas.

Acudir a terapia Algunas adicciones, sobre todo a las drogas y el alcohol, requieren de un tratamiento multidisciplinar en el que psicólogos y psiquiatras realizan una tarea conjunta.



Link del artículo original:



http://www.semana.ec/ediciones/2013/09/08/psicologia/psicologia/adicciones-se-pueden-superar/

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